12 septiembre 2008

Simitrio


Mientras la lideresa del SNTE Elba Esther Gordillo descansa del diario ajetreo en su mansión de San Diego sus "agremiados" en alianza con la CNTE están realizando paros estatales y marchas en protesta por la eventual desaparición de las Normales Rurales y por la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) firmada entre el gobierno federal, los estados y el sindicato.

Cuando se dio a conocer la ACE se hicieron diversas conjeturas, una de ellas era que a Elba Esther ya no le bastaban los millones que habría obtenido durante su larga estadía como mandamas del sindicato y que ahora en el ocaso de su vida quería obtener un lugar en la historia más digno del que tendría si su vida terminara en estos tiempos, un mea culpa, digamos. Por ello se alabaron con bombo y platillo las bondades de la Alianza, ya que abarcaban todos los puntos básicos que siempre se han cuestionado como insuficientes y/o deficientes:
  1. Modernización de los centros escolares: Garantizar que los centros escolares sean lugares dignos, libres de riesgos, que sirvan a su comunidad, que cuenten con la infraestructura y el equipamiento necesarios y la tecnología de vanguardia, apropiados para enseñar y aprender.
  2. Profesionalización de los maestros y de las autoridades educativas: Garantizar que quienes dirigen el sistema educativo, los centros escolares y quienes enseñan a nuestros hijos sean seleccionados adecuadamente, estén debidamente formados y reciban los estímulos e incentivos que merezcan en función del logro educativo de niñas, niños y jóvenes.
  3. Bienestar y desarrollo integral de los alumnos: La transformación de nuestro sistema educativo descansa en el mejoramiento del bienestar y desarrollo integral de niñas, niños y jóvenes, condición esencial para el logro educativo.
  4. Formación integral de los alumnos para la vida y el trabajo: La escuela debe asegurar una formación basada en valores y una educación de calidad, que propicie la construcción de ciudadanía, el impulso a la productividad y la promoción de la competitividad para que las personas puedan desarrollar todo su potencial.
  5. Evaluar para mejorar: La evaluación debe servir de estímulo para elevar la calidad educativa, favorecer la transparencia y la rendición de cuentas, y servir de base para el
    diseño adecuado de políticas educativas.

¿Por qué se oponen los maestros a la Alianza si esta contempla para ellos condiciones de trabajo dignas, remuneraciones adecuadas para los mejores, posibilidades de acceder a responsabilidades directivas por oposición, garantías de cursos y actualización continuas, etc. y para sus alumnos mejoras notables en cuanto a la calidad, nutrición y seguimiento de alumnos para evitar que haya deserción escolar por falta de condiciones económicas? La respuesta dada a conocer por los paristas es que dicha alianza "vulnera los derechos de los trabajadores" de la educación, "atenta contra la enseñanza pública en el país" y "es ilegítimo, anticonstitucional y antijurídico, porque ningún acuerdo puede estar por encima de la ley" La Jornada 12 de septiembre. ¿?

Lo entiendo, pero no quisiera tener que decirlo, ellos lo hacen al decir que no quieren ser evaluados, que sus plazas son "conquistas sindicales" por lo que pueden "venderlas" (entendible hasta cierto punto, ellos las compraron a su vez) o que debe de preferirse "experiencia" antes que conocimientos. Todo se limitaría a simple y llana mezquindad.


Imagen tomada de un articulo al respecto en la Revista Contralinea

Sobre las normales rurales he de decir que la que esta en Saucillo, Chih. esta repleta de imágenes de Lenin, Marx, el Che, Zapata, Flores Magón (así se llama la Normal) aderezadas de frases incendiarias, así ¿cómo esperan que se les tome en serio? La educación debe de ser imparcial no debe llevar desde el origen de la educación el resentimiento hacia el libre mercado y demás doctrinas sociales o a todo lo que signifique gobierno, los maestros deben de recordar que su función primaria es la de enseñar (que no educar) a los niños en materias básicas que les permitan poder forjar un inicio de aprendizajes más profundos. No son evangelizadores ni promotores de doctrinas ya sean de izquierda o de derecha.

* * *


El titulo del post hace alusión a una pelicula de esas de la llamada "Epoca de oro del cine nacional", la trama es como la mayoría de esa cintas: sencilla, pero con un fuerte mensaje moral (y algunos guayabazos al gobierno federal):

Ambientada en el México rural de fines de los 50's principios de los 60's. Trata sobre un viejo maestro de escuela (de los que daban clases parejas de 1° a 6° año), casi ciego y al que los alumnos tratan con irreverencia a sus espaldas (nada majes, en esos tiempos todavía era válido eso de "la letra con sangre entra") . El primer día de clases se presenta antes que el maestro un padre de familia (labriego) para avisar que su hijo no asistiría a clases porque se habían mudado a otro pueblo cercano, el niño en cuestión se llama Simitrio, así es que los gandallas de la escuela deciden hacer un pacto para hacerle maldades al viejo maestro y para resultar impunes deciden cargarle la culpa de todas las maldades al niño ausente. Así es que la película esta plagada de travesuras de esas que todos los niños quisiéramos hacerle a nuestros maestros. Pero las cosas no pasan desapercibidas por los adultos del pueblo, algunos consideran que el maestro probablemente ya haya dado todo de si, por lo que deciden mandar una comisión a visitarlo y de paso evaluarlo, esta parte es de las mejores, la actuación de José Elias Moreno (padre) es de antología pues no solo disimula a la perfección su casi ceguera, sino que acaba regañando a los hombres recordandoles su paso por la escuela (igual de inquietos que los de ese entonces), minimiza las travesuras e incluso las alaba por su creatividad (hasta yo lo hice), lo que deja a los padres de familia tranquilos puesto que el maestro se ve pleno de vitalidad y autoridad... lo cierto es que el maestro se sabe acabado, el abatimiento lo acosa hasta que encuentra una razón de vivir: Reeducar al caso perdido de Simitrio hasta hacerlo un hombre de bien.
Lo malo del asunto es que los niños fueron testigos del encuentro de sus padres con el maestro, por lo que deciden "acabar" con Simitrio, para ello se aprovechan de una excursión a un río y ahí le hacen la última broma al maestro, primero lo dejan sin ropa y luego le dicen al maestro que el niño se ahogo en el río. Ahora si ya desmoralizado totalmente el maestro se encierra en su casa (otra excelente actuación) llora de tristeza por el niño al que paradójicamente ya amaba.
Uno de los niños con el remordimiento a cuestas lo visita para confesarle la verdad, pero en ese momento se presenta en el pueblo una inspectora del gobierno que va a destituir al maestro por algunas quejas recibidas por otros padres de familia. El pueblo se entera y se presenta ante la inspectora para evitar que les quiten a su maestro (esta parte es la que sentí como innecesaria por lo evidente del quedar bien con el gobierno), la película termina con el viejo maestro llevado de la mano por su nuevo lazarillo, la imagen es la de una turba vociferante que va quedando en silencio mientras respetuosamente le cede el paso al maestro hasta que éste llega frente a la inspectora, la que ¿oh! Reconoce de golpe su error (y el del gobierno federal, que siempre rectifica... fue sarcasmo) y no solo lo deja en su puesto, sino que incluso promete hacerle un reconocimiento por su magnifica trayectoria.
FIN

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