04 septiembre 2008

Las tiendas de raya del nuevo Don Porfirio


Hace dos años se estableció Walmart aquí en mi rancho, tuve "el privilegio" de participar en la construcción de la tienda, así es que me toco ver de cerca la peculiar manera de hacer negocios del conglomerado.

De entrada me sorprendió el exceso de recursos materiales utilizados en la infraestructura de la tienda, han de saber que la estandarización del diseño implica que se reutilicen los mismos planos de ingeniería y arquitectónicos (con pequeñas variaciones) en todos los sitios donde se construya alguno de los prototipos. Pues bien, en mi ciudad no hay registros históricos de temblores... pero la tienda cuenta con una cimentación digna de la colonia Juárez del D.F., otro punto es que aquí en México no hay tornados como en los E.U.... pero los muros falsos interiores y la techumbre están calculados y construidos para soportar el "efecto chupón" que genera la fuerza de vientos de un meteoro de esa naturaleza.

Así es que ahí me tienen tratando de entender el galimatías que con supremo esfuerzo trataba de explicarme el dizque jefe de proyectos del consorcio para justificar que esa misma cimentación era valida tanto para una tienda en Chiapas como para una en Japón, al final se desesperó y me reprocho que los cambios de proyecto que yo sugería (aptos para la región) fueran ¡en detrimento del contrato de obra de la empresa contratista con ellos! Al buen entendedor pocas palabras. Todo se limitaba a la (esa sí) muy lógica mochada.

Para cuando llego el nuevo gerente de la tienda (a tres meses de la inauguración) ya nada me sorprendía de las políticas de la empresa, hice buena amistad con él, le ayude incluso a rentar su casa y le recomendé escuelas para sus hijos, gracias a las platicas que tuve con él y con sus subgerentes pude entender la visión del negocio respecto a sus empleados: esclavitud.


No es exageración, pero el término esclavitud es bien aplicado, nada de sindicatos, comedor, prestaciones sociales, etc. Nanay, los empleados son "asociados", es decir que creen de verdad que son parte de la empresa y que de su desempeño depende su ganancia, ello implica que acepten sueldos miserables, horarios de trabajo infames, cambios de turno a capricho del encargado y un largo etcétera.

Lo anterior viene a cuento hoy que leo (sin sorpresa, ya lo dije) que un empleado (me acabo de enterar que es de Chihuahua) interpuso una demanda contra la costumbre de Walmart de dar parte del sueldo del empleado en vales de despensa... que solo se pueden cambiar en la misma tienda. La Corte hizo incluso la comparación con las "tiendas de raya", comunes durante el porfiriato, por lo que declaró como ilegal esa "prestación" (ver nota).

Creo que vale la pena cuestionarse si eso de "Precios bajos... Siempre" es una buena razón para seguir fomentando a estos ineptos y vivales.

2 comentarios:

Messy Blues dijo...

Sin pariodiar al Pepmac: Jejejejejejejeje, te lo dije. Jajajajajajaja.

Oye mi buen Trimax, no se por qué me suena tan cáustico decir esa frasesita del Pep pero como que va siendo un poco verdad. Me hace pensar a cierto colega bloguero que insiste en que la clase media es la que está sacando al país adelante dejando su dinero precisamente en esas tiendas. Bueno, en todo caso una muestra mas de la nada recomendable vereda de los monopolios extranjeros.

Buen posteo ciertamente

Mario dijo...

Un apunte mas en demostracion que la historia nomas puros circulos concentricos da, de la esclavitud al capitalismo y del capitalismo a la esclavitud. Ni pex. Esto demuestra que es lo que es ganancia o ahorro para unos debe ser costeada por alguien.