Supe de la construcción del Santuario de los Mártires desde principios del año pasado por medio de un foro de arquitectura que visito de vez en cuando para no entumirme en mi profesión, en dicho foro se mencionaron al principio únicamente los aspectos del diseño y en otros medios periodísticos la nota no despertó polémica ni nada por el estilo.
A mediados del año el tema viró un poco hacia lo político, y digo un poco porque aún no anunciaba el gobernador su donación para la construcción, pero en cambio muchos arquitectos empezaron a hacer las odiosas comparativas entre el santuario en ciernes y la Iglesia de La Luz del Mundo (I.L.M.), también con sede en Guadalajara y la cual cuenta con el record de ser la más grande (en cuanto a capacidad de personas sentadas) a nivel mundial.
Pero en esas comparaciones únicamente se tocaron (de nueva cuenta) los aspectos del diseño y no es sino hasta octubre en que el santuario se robo las primeras planas por el donativo del gobernador.
Yo, por mi parte, no había percibido aún el pleito casado entre ambas iglesias sino hasta la semana pasada que vi en la revista Proceso un desplegado de la I.L.M. donde narra la historia de su congregación (muy exitosa a nivel mundial). Hasta allí me cayo el veinte que lo que el cardenal Sandoval trae no es más que simple y llana ENVIDIA, si no es por eso ¿por que aferrarse a hacer una iglesia más grande y más lujosa? Y peor aún con un tema tan simplón como el de los mártires mexicanos (al principio solo iban a ser los de la guerra cristera, pero se le debieron de hacer pocos y mejor metieron en el paquete hasta los de Nagasaki en el siglo XVI).
Veamos a grandes rasgos las diferencias entre ambas iglesias:
Creo que la obviedad de la envidia del cardenal es proporcional a las dimensiones de su santuario. Por su parte la I.L.M. no se ha quedado callada y le restriega en un comunicado su postura oficial por recibir dinero público contraviniendo la Constitución, y sin mencionarlo, pero insinuándole que su templo fue construido sin donativos oficiales, solo con el dinero de sus fieles (eso si debe de calarle al cardenal).
Yo por mi parte solo les diré tanto al góber piadoso como al cardenal que "Los tontos (y los simoniacos) no van al cielo", y que los fieles católicos externos (es decir, los que no son de la zona) van a centros de culto y de peregrinación para ver si les cae un milagrito, no de turismo religioso a ver templos nomás por el tamaño, para eso mejor me voy al Vaticano a ver las obras de Miguel Ángel, o ya de perdis a bailar a Chalma a ver si así se me quita lo salado.
A mediados del año el tema viró un poco hacia lo político, y digo un poco porque aún no anunciaba el gobernador su donación para la construcción, pero en cambio muchos arquitectos empezaron a hacer las odiosas comparativas entre el santuario en ciernes y la Iglesia de La Luz del Mundo (I.L.M.), también con sede en Guadalajara y la cual cuenta con el record de ser la más grande (en cuanto a capacidad de personas sentadas) a nivel mundial.
Pero en esas comparaciones únicamente se tocaron (de nueva cuenta) los aspectos del diseño y no es sino hasta octubre en que el santuario se robo las primeras planas por el donativo del gobernador.
Yo, por mi parte, no había percibido aún el pleito casado entre ambas iglesias sino hasta la semana pasada que vi en la revista Proceso un desplegado de la I.L.M. donde narra la historia de su congregación (muy exitosa a nivel mundial). Hasta allí me cayo el veinte que lo que el cardenal Sandoval trae no es más que simple y llana ENVIDIA, si no es por eso ¿por que aferrarse a hacer una iglesia más grande y más lujosa? Y peor aún con un tema tan simplón como el de los mártires mexicanos (al principio solo iban a ser los de la guerra cristera, pero se le debieron de hacer pocos y mejor metieron en el paquete hasta los de Nagasaki en el siglo XVI).
Veamos a grandes rasgos las diferencias entre ambas iglesias:
| Santuario de los Mártires | Iglesia la Luz del Mundo |
M2 de construcción | | 15,500 |
Altura | | 60 m |
Capacidad | | 12,000 sentados y hasta 15 mil usando el atrio |
Creo que la obviedad de la envidia del cardenal es proporcional a las dimensiones de su santuario. Por su parte la I.L.M. no se ha quedado callada y le restriega en un comunicado su postura oficial por recibir dinero público contraviniendo la Constitución, y sin mencionarlo, pero insinuándole que su templo fue construido sin donativos oficiales, solo con el dinero de sus fieles (eso si debe de calarle al cardenal).
Yo por mi parte solo les diré tanto al góber piadoso como al cardenal que "Los tontos (y los simoniacos) no van al cielo", y que los fieles católicos externos (es decir, los que no son de la zona) van a centros de culto y de peregrinación para ver si les cae un milagrito, no de turismo religioso a ver templos nomás por el tamaño, para eso mejor me voy al Vaticano a ver las obras de Miguel Ángel, o ya de perdis a bailar a Chalma a ver si así se me quita lo salado.
2 comentarios:
Mi buen Trimax, lamento decirte que eso no se quita ni llendo a bailar a Chalma, jejejeje
Mejor pasale un salero a algun despitado.
Sobre el Gobernador y el Cardenal tienes razon, deberian de empezar a practicar con las camaras de bronceado, nada mas para aguantar el bronceado permanente por toda la eternidad, jejeje
Para mi el transfondo de la historia del templo tama�o caguama extragrande de Guadalajara, por un lado no es mas que el afan provinciano de pretender ser mas por tener algun inmueble o edificio que los diferencie del resto del pais; y por el lado de la iglesia y sus representantes yo me pregunto cuanta moralidad y principios deben quedar de lado por alcanzar objetivos materiales?
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