El reformismo que ha distinguido a la Constitución mexicana es susceptible de ser interpretado de distintas maneras. La que a nosotros nos parece más justa es aquella que alude a las exigencias de la propia dinámica política, económica y social del país para sintonizar nuestra norma jurídica fundamental con las nuevas y complejas realidades que han venido surgiendo en prácticamente todos los ámbitos de la convivencia nacional.
De 1917 a la fecha, la historia legislativa del país registra 392 reformas constitucionales, siendo que hasta el año de 1988 ellas ocurrieron en un contexto político-electoral en el que era notable la hegemonía de un solo partido. Esta situación se fue modificando a la luz de las transformaciones estructurales de la sociedad mexicana y del crecimiento del pluralismo político en el país. De hecho, y precisamente a partir de 1988, tuvo lugar el tránsito a una etapa radicalmente diferente de negociación política y construcción colectiva de acuerdos, que impactó todos los ámbitos de la vida nacional, expresándose con especial intensidad en el trabajo legislativo.
Es así que desde hace 11 años, y por razones relativas tanto a la nueva correlación de fuerzas como a las disposiciones jurídicas que impiden que un solo partido tenga mayoría calificada en la Cámara de Diputados, ha adquirido carta de naturalización una manera distinta de concebir la instrumentación de reformas al marco constitucional. Hoy, las modificaciones a la Carta Magna son impensables sin el concurso y el consenso de los legisladores del PRI y de, cuando menos, una de las otras dos fuerzas políticas que tienen una presencia numérica considerable en las Cámaras del H. Congreso de la Unión. Tal situación, además de que ha fomentado la cultura del diálogo y el acuerdo, ha propiciado una mayor representatividad y legitimidad de las reformas a la Ley Fundamental.
El autor de tan precisas lineas es Arturo Nuñez y forma parte de una ponencia en el "Foro de estudios de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos", organizada por el Archivo General de la Nación en 1999, no esta de más decir que en esas épocas era el coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados.Sin entrar en demasiados detalles diré simplemente que la Constitución fue creada para poder ser modificada por los mismos que al inicio de sus legislaciones juraron protegerla y respetarla. Nadie en su sano juicio creería que un par de partidos políticos se atreverían a eliminar algunos de sus máximos artículos, y si bien teóricamente cualquier legislatura podría reinstalar la esclavitud, decretar que la iglesia católica es la única permitida en el país, como lo fueron las anteriores a la de 1857, o pero aún, permitir que el petróleo pueda ser extraído, refinado y comercializado por empresas tanto nacionales como extrajeras, pero, repito, solo teóricamente. La realidad es que no lo harán, desde Salinas no existe un presidente con el control político y social que tenga el poder para hacerlo, lo que veremos y hemos visto son solo modificaciones light, las cuales están consensuadas por obvias razones, puesto que ningún partido por si mismo puede hacerlo solo.
Umta, la verdad es que no se porque me pongo a hacer estas aclaraciones, creo que hoy si coincido con el monero Calderón en que nada de esto tiene que ver con el petróleo, lo que propone el PAN es completamente compatible con lo que en su momento escribieron Laura Itzel Castillo, el partido Convergencia y López Obrador, todo es, parafraseando al filosofo Salinas, pura "política ficción".
...mejor me voy a dormir con la sonrisa en los labios por ver de nuevo al América perder.
2 comentarios:
Trimax, pensé que no había una sola voz de cordura que se dijera de izquierda... Empezando por el Peje, obviamente.
Sigo sin creer que haya una sola voz de cordure en la clase política y veo venir una revolución relamente ciudadana para cambiar la forma de gobernar este país.
Felicidades de nuevo por tu blog.
Gracias Rubén.
No te creas, quedamos aún muchos ciudadanos que ya no nos aturdimos con el canto de las sirenas, espero poder aportar un granito de arena para que los nuevos (y no tanto) se desapendejen y dejen de creer en cuentos de héroes de la mitología nibelunga.
Saludos
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