19 febrero 2008

Te pego porque te quiero

Hace unos días Arnaldo Córdova publicó en La Jornada un texto llamado La izquierda tal como es, donde se pregunta extrañado ¿Por qué todo mundo quiere una izquierda perfecta, que sea inteligente, culta, preparada, decente, de buenas maneras, justa, éticamente buena, coherente en sus ideas y sus planteamientos, pacífica, no rijosa, dispuesta a ponerse siempre de acuerdo con sus oponentes y con olor a santidad?

Cuando lo leí francamente me sorprendió la perdida de valores de Arnaldo, si bien no fue algo nuevo para mi, puesto que mi retiro del PRD fue precisamente por escuchar argumentos como el que escribe Arnoldo y que comparten muchos otros dirigentes de los llamados "históricos" del mismo, incluso creo que si ese texto lo hubiese escrito Elba Esther Gordillo sustituyendo las palabras "izquierda" por "magisterio" tendrían la misma validez: ¿Por qué todo mundo quiere una magisterio perfecto, que sea inteligente, culta, preparada, decente, de buenas maneras, justa, éticamente buena, coherente en sus ideas y sus planteamientos, pacífica, no rijosa, dispuesta a ponerse siempre de acuerdo con sus oponentes y con olor a santidad?

Y podría concluir Elba Esther igual que Córdova: La izquierda (el magisterio) nunca será como yo quisiera que fuera; la izquierda (el magisterio) es lo que es y punto.


Todo eso y más pensé, pero ayer leí el articulo de Luis González de Alba que le responde, y no me sorprendió que llegaramos a la misma conclusión: La izquierda es una definición, no un partido, y menos un club al que uno le va. No es el nombre, sino el contenido lo que define: aceptar las reglas de la democracia aunque no nos favorezcan y sobre todo cuando no nos favorecen, reconocer las decisiones de la mayoría respetando los derechos de las minorías, ciencia y no religión, razón y no dogma, mejor distribución de la riqueza socialmente producida, igualdad de todos ante la ley; libertades de organización, expresión, religión, información; leyes respetuosas de los derechos humanos esenciales, amparo del ciudadano ante la fuerza de la autoridad... A todo ese conjunto, ¿cómo se le llama? Algunos le decimos izquierda por convención y para abreviar. Y a quien nos diga que con eso se identifica le pedimos coherencia. Y al que no pues no, como diría el alcalde de Lagos.

Ese seria el punto, no se es necesario ser panista o priista para criticar a la izquierda, tal y como el padre de familia le da a sus hijos unos zapes cuando se portan mal, de otra manera los chavos se convertirán en unos delincuentes.

Al PRD le pego porque lo quiero, porque sé que existen verdaderos izquierdistas dentro del partido, a los moneros "gatilleros" les pego porque se han vuelto dogmáticos, xenófobos y propagandísticos pero reconozco que no siempre han sido así, que sus cartones desapasionados, pero con mala leche e ingeniosos consiguen que uno medite en ellos, al Peje le pego porque sus acciones hunden al PRD cada vez más, pero no desconozco que sigue siendo el líder de izquierda más popular que tenemos y quisiera que recuerde que los radicales por lo general ahuyentan en vez de atraer adeptos, son tiempos de sumar y no de restar, de multiplicar y no de dividir.

Ya por ultimo, al comentario de Córdova de que
a veces escucho que alguien añora el pasado en el que había militantes de izquierda de verdad honestos, valientes, coherentes y todas esas cosas. Pues yo llevo militando en la izquierda la friolera de 54 años y nunca he conocido a nadie que cuadre totalmente con esa imagen ideal. Le respondería: Yo si conocí a varios de ellos, algunos siguen en el PRD, otros mejor hicieron lo mismo que yo, se retiraron cuando los Bejaranos, Imaces, Batres y demás parásitos se apropiaron del partido, pero le puedo dejar solo un nombre: Heberto Castillo.

3 comentarios:

PEPMAC dijo...

Que buen post estimado amigo

Por cierto, yo veo en AMLO lo rescatable de "nuestra Izquierda", tal vez por eso me aferro tanto a el.

Saludos

Trimax dijo...

Con mis dudas sobre eso de izquierda Pepmac, pero sin escatimar que algunas de sus propuestas y acciones lo son.
Espero que los madrazos de todo el año le hagan ser más cauto y menos confiado en sus gentes cercanas, algunas de ellas son verdaderas lacras.

Ernesto dijo...

Ah, Trimax, Heberto Castillo es el icono que muchos admiramos por años. Yo nunca entendí en su momento porque le había cedido su espacio al Inge Cárdenas. A la distancia comprendí que fue un acto de pragmatismo político mas que de convicciones, sin embargo, siempre fue un gran hombre, del que pocas cosas malas he escuchado, y todas ellas han sido infundadas.

Pepmac, AMLO encarna lo peor de nuestra izquierda, se rodea del estiércol de la izquierda. No puedes vivir rodeado de estiércol y estar limpio. Por eso, algunos nos aferramos en denunciarlo, igual que algunos se aferran en defenderlo. Depende desde el ángulo en el que lo estés viendo.